martes, 12 de marzo de 2013

EL RELATO DEL PARTO COMO HERRAMIENTA DE SANACIÓN (por Elena Domínguez - Psicóloga especializada en psicología perinatal)

Desde un primer momento Elena me ofreció su colaboración con el proyecto, pues ella misma tuvo un parto muy muy difícil y como yo, está segura de que las cosas no sólo se pueden cambiar, si no que se deben cambiar.
Elena, a parte de psicóloga también es mamá bloguera y aunque ahora tiene su blog en pausa, os aconsejo que os déis una vuelta por allí, seguro que os gustará: Cuando llegó Lucas

Quiero agradecerla su apoyo constante con el proyecto así como sus aportaciones a nivel profesional y personal.

Y sin más dilación, os dejo con su primera colaboración que espero sea la primera de muchas, en ella nos explica cómo el relato de un hecho traumático, como puede ser un parto, puede ayudar a sanar.

EL RELATO DEL PARTO COMO HERRAMIENTA DE SANACIÓN (por Elena Domínguez - Psicóloga especializada en psicología perinatal)

Se suele decir que la escritura cura el alma. Al ser capaz de escribir sobre un suceso traumático es como si fuéramos deshaciendo el nudo que nos impide avanzar, como si fuéramos salvando obstáculos que nos dificultan continuar nuestro camino.

Esta es la razón de fondo que lleva a muchas mujeres a compartir este aspecto de su intimidad. Por este motivo, cuando una mujer escribe y publica su parto, intuye que este hecho le ayudará. Esto es algo que sucede especialmente en los casos de parto traumático y violencia obstétrica.

Al contar su historia, la persona se está atreviendo a reorganizar su vivencia y a reorganizar su pensamiento sobre ello. Para hacerlo tiene que afrontar sus recuerdos, nombrar lo que le sucedió, poner en orden sus emociones y tomar cierta distancia del hecho.

Al materializar esos recuerdos, se organiza el discurso interno, y esto de por si, ya es sanador. Cuando sufrimos alguna situación violenta o traumática, es importante lograr contarnos qué sucedió. Construir un discurso interno organizado significa haber sido capaz de ver el mismo suceso desde otra óptica, es decir, de tomar cierta distancia del mismo para poder empezar a crecer a partir de él. Esto está en la base del concepto de resiliencia o nuestra capacidad para sobreponernos.

Escribir puede ayudarnos a redefinir nuestra historia, a buscar nuevos enfoques y encajar piezas del puzzle que tenemos por armar. Nos ayuda a entender la situación, a nosotros mismos, a entender el entorno y el mundo que nos rodea.

Recordar nos ayuda a sacar el pasado a la consciencia, a ver que hicimos lo que pudimos. Así, entendemos la escritura como una catarsis, una herramienta para cerrar heridas ya que a través de ella se expresan las emociones y esto ayuda a liberarse de las mismas.

Por otro lado, la escritura es un vehículo para la creatividad y está relacionada con la mejora de la autoestima. Todo lo que implique crear algo, hacer algo propio supone un beneficio para el autoconcepto y de ahí que suba el nivel de bienestar personal.

Por último, el hecho de compartir el relato con otras personas, si lo queremos desde el anonimato que ofrece Internet, es una vía para lidiar con la sensación de vacío y soledad que suele acompañar un parto traumático. 


Lamentablemente, son muchas y variadas las situaciones obstétricas que pueden ser susceptibles de generar trauma. Insultos, ridiculizaciones, falta de atención, sentimiento de indefensión, maniobras de expulsivo, episiotomías, cesáreas… pueden dejar a muchas mujeres con la sensación ambivalente de no haber sabido gestionar bien la situación. Pero, por lo general, rara vez la protagonista puede poner palabras inmediatamente a todo los sentimientos encontrados que tiene tras la experiencia. Además, el entorno inmediato no suele ser muy receptivo a quejas en este sentido, lanzando el mensaje de “si tu bebé está bien, ¿de qué te quejas?”. El vacío y la soledad aparecen como verdades silenciosas.

Cuando hemos pasado por una situación violenta e injusta, es una catarsis poder encontrar un auditorio dispuesto a escuchar y entender. Así, el hecho de escribir y publicar este aspecto de la vida de las mujeres puede ayudar a promover una situación de bienestar personal y justicia social. El hecho de nombrar este tipo de situaciones sirve para situarlas en el imaginario colectivo, por eso además de ser casi terapéutico, el relato del parto traumático es verdaderamente necesario para encaminar la lucha hacia su erradicación. Si algo se nombra, existe. El silencio no solo es devastador para la persona, sino también para la sociedad que lo permite.

Bajo esta necesidad de movilizar conciencias y condiciones sociales para nacimientos más humanizados, nace la iniciativa Queremos Partos Respetados. Y por ello ofrecemos esta plataforma como espacio interactivo donde encontrarnos y movilizar nuestras energías para potenciar el bienestar de las mujeres, de las familias, de la sociedad en general.